Tenemos tendencia a negarnos a escuchar, tal vez porque las verdades hacen agujeros en el suelo y nosotros siempre acabamos cayendo dentro y una vez allí el aire es algo incómodo, algo carente de oxígeno. Tal vez por eso preferimos la respiración artificial de las mentiras, es más fácil vivir dentro, porque suenan a canciones que uno ya conoce y en las que uno no puede sentirse extraño. Nos acomodamos y el vacío se abre y toma forma a nuestro alrededor sin que seamos capaces de verlo. Nos rodeamos de gente que solo nos dice lo que queremos oír, pero en ocasiones alguien nos la juega y nos mira directamente a los ojos. Sabemos que en breve estaremos perdidos, esa persona es nuestra peor pesadilla. Temed a aquellos que os digan la verdad porque ellos serán los únicos capaces de sacaros de vuestra miseria.
Tenemos tendencia a negarnos a escuchar, tal vez porque las verdades hacen agujeros en el suelo y nosotros siempre acabamos cayendo dentro y una vez allí el aire es algo incómodo, algo carente de oxígeno. Tal vez por eso preferimos la respiración artificial de las mentiras, es más fácil vivir dentro, porque suenan a canciones que uno ya conoce y en las que uno no puede sentirse extraño. Nos acomodamos y el vacío se abre y toma forma a nuestro alrededor sin que seamos capaces de verlo. Nos rodeamos de gente que solo nos dice lo que queremos oír, pero en ocasiones alguien nos la juega y nos mira directamente a los ojos. Sabemos que en breve estaremos perdidos, esa persona es nuestra peor pesadilla. Temed a aquellos que os digan la verdad porque ellos serán los únicos capaces de sacaros de vuestra miseria.
Me encanta como escribes... Ya no te perderé de vista. Los portadores de verdades muchas veces son pájaros feos que todos se esfuerzan en espantar pero a los que muchos invocan cuando se sienten perdidos...
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