No Sleep for a Year - NOWNESS from NOWNESS on Vimeo.
Web: http://www.tehchinghsieh.com/
El tiempo no sólo es una medida, es también una forma de invadir nuestra existencia a través de la fragmentación. Ser conscientes del paso del tiempo nos somete al gobierno de la hora, planificamos nuestras futuras vivencias en agendas y calendarios, que no son otra cosa que segmentos donde la obligación y el placer comparten una lucha común: nuestra supervivencia. Cada minuto cuenta y eso nos empuja hacia un avance repleto de actos inconscientes. Nuestros días, excesivamente controlados, nos obligan a sufrir la privación de la hora, lo que nos lleva a fichar de modo invisible cada una de nuestras acciones. Salvo en el sueño, nuestros hábitos se parecen a los de alguien que vive privado de libertad, aislado y pendiente únicamente del paso del tiempo. Tehching Hsieh (Taiwan, 1950) ha dedicado su vida artística a experimentar y documentar distintos tipos de privaciones. Su intención no es la exhibir una idea, sino la de reflexionar sobre ella de un modo físico. Su medio de expresión no son las palabras, el sonido o la pintura, su medio de expresión artística es su propia vida. El eje central de su obra se basa en una estricta metodología que le ha permitido disciplinar su cuerpo y su mente con el único fin de extraer respuestas sobre el sentido que tiene nuestra presencia en el mundo actual y si el arte y el artista dotan de sentido a nuestra existencia.
Sus performances estás más próximas a la filosofía de la experiencia que a una búsqueda estética, porque nos obligan a preguntarnos por el sentido y los efectos que conlleva el paso del tiempo en nuestra vida. Su trabajo, que comienza a los pocos años de desembarcar en Estados Unidos desde Taiwan, proviene de un profundo sentimiento de aislamiento, propio de un extranjero que debe adaptarse obligatoriamente a un nuevo paisaje. Su opción como creador fue la de utilizar su propia vida como pieza artística. Permaneció en activo desde 1978 hasta 1999, momento en el que decidió finalizar su búsqueda, al menos de un modo público.
Este es el resumen de toda su obra narrado por él mismo. Para todas estas piezas, Hsieh necesitaba obligatoriamente un testigo, porque únicamente a través del seguimiento ajeno puede comprobarse la veracidad de sus acciones.
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One Year Performance. Cage Piece 1978-1979 (Performance de un año. La pieza de la jaula)
Me encerraré en mi estudio, en un confinamiento solitario, en una celda que mide 11.6 x 9 x 11 pulgadas.
No conversaré, ni leeré, ni escribiré, ni escucharé la radio, ni miraré el televisor hasta que no me libere a mí mismo. Me alimentaré diariamente.
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One Year Performance.Time Clock Piece 1980-1981(Performance de un año. La pieza del reloj)
Durante un año marcaré una tarjeta en un reloj ubicado en mi estudio, cada hora del día cuando dé la hora.
Saldré inmediatamente de la habitación en la que se encuentra el reloj, después de cada vez en la haya marcado el reloj.
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One Year Performance. Outdoor Piece 1981-1982 (La pieza de la Intemperie)
Permaneceré a la INTEMPERIE durante un año, nunca iré a un interior.
Nunca entraré a un edificio, a un metro, a un tren, a un automóvil, avión, barco, cueva o tienda de campaña.
Tendré una bolsa para dormir.
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Art/ Life. One Year Performance. The rope piece 1983-1984 (La pieza de la cuerda)
Estaremos juntos durante un año y nunca estaremos solos.
Estaremos en la misma habitación, al mismo tiempo, cuando estemos adentro.
Estaremos atados juntos por la cintura con una cuerda de 8 pies.
Nunca nos tocaremos al uno al otro durante todo el año.
Earth. 1986-1999. (La pieza secreta)
Durante 13 años, contando desde la fecha de mi 36 cumpleaños hasta la edad de 49, me propongo realizar arte, con la única condición de hacerlo en secreto y no mostrárselo nunca a nadie. Al final de esta performance hizo un comunicado haciendo saber que seguía vivo, este reporte consistía en letras recortadas y pegadas en un trozo de papel. Fin de la transmisión.
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La exploración de las cárceles físicas y mentales a las que la sociedad nos somete merecen una reflexión por parte de todos. En el mundo del arte encontramos a muchos creadores que lo han hecho valiéndose de la palabra, el sonido, el color o la forma. La opción de Hsieh fue la de someter a su propio cuerpo a un proceso de transformación extremadamente profundo. Sus acciones lanzan preguntas de difícil respuesta, preguntas que necesitan explorarse más allá de la mente. La compresión, una vez más, parte de la acción y de la posterior reflexión de nuestras huellas.
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